Historia de Villapalacios. Documentos.
Limosna que dio Villapalacios para canonizar a Santa Teresa en 1610

 

SAnta Teresa
Detalle de una obra de José Ribera.

 

Teresa de Cepeda y Ahumada, conocida como santa Teresa de Jesús, o Teresa de Ávila, nació el 28 de marzo de 1515 en Gotarrendura, Ávila. Se acaban de cumplir 500 años del nacimiento de esta mujer avanzada de su tiempo que no solo modificó la vida monacal femenina, sino que también dejó una abundante producción literaria, poética y ensayística, con obras místicas como Camino de perfección, Conceptos del amor de Dios y El castillo interior (o Las moradas), además de Vida de Santa Teresa de Jesús, Libro de las relaciones, Libro de las fundaciones, Libro de las constituciones, Modo de visitar los conventos de religiosas y un larguísimo etcétera, además de escribir poesía e infinidad de cartas de las cuales 409 se han publicado en distintos epistolarios.

Si alguna persona tuvo una vida intensa, esa fue Santa Teresa, que se dejó la piel, al parecer, en todo lo que hacía. Lo mismo se codeaba con los pobres y humildes, como con los reyes, siendo amiga de confianza del propio rey Felipe II que no dudó en ayudarla en todo lo referente a la creación de una nueva orden religiosa, como es la de los Carmelitas descalzas, pidiéndole a uno de sus hombres de confianza, el limosnero y capellán mayor Luis Manrique de Lara que la apoyara, tal y como se explica en otro apartado de esta misma página. María de Austria, hermana del rey, también abogó para que los escritos de Teresa se publicaran inmediatamente.

Tras el fallecimiento de la santa y escritora, el 4 de octubre de 1582 en Alba de Tormes, se inicia de forma rápida su proceso de beatificación. En 1591 por iniciativa del obispo de Salamanca Jerónimo Manrique Figueroa hizo llegar al Papa Pablo V sus intenciones de manos de Jerónimo Gracián además de todos los testimonios de milagros, testigos, reliquias, etcétera. Una especie de dossier (que imaginamos voluminoso) en el que se recogían todas las virtudes de la futura santa.

El proceso fue largo ya que la documentación fue enviada a Roma en 1597, acompañada de cartas del rey Felipe II, además de otras instituciones religiosas y laicas españolas de entonces. Con tal presión, y pese a que el tema de las beatificaciones se había puesto más duro tras el Concilio de Trento (que había terminado en 1563), comienza propiamente el proceso de beatificación que culmina en Roma el 24 de abril de 1614 por el Papa Pablo V que firmó el breve de beatificación.

“Así pues, Nós, examinada con atención esta causa, por medio de nuestros venerables hermanos los Cardenales de la Santa Iglesia Romana, deputados para los sacros Ritos, a quienes encomendamos su estudio y oído su
consejo favorable a estas peticiones. Concedemos que en adelante se pueda celebrar en todos los monasterios e iglesias de dicha Orden de Carmelitas Descalzos y por todos los religiosos de ambos sexos el oficio y la misa de la
Bienaventurada Teresa como de Virgen, el día de su glorioso tránsito, esto es, el día 5 del mes de Octubre y que en la villa de Alba, diócesis de Salamanca, en el monasterio y en la iglesia en que se guarda el cuerpo de la Bienaventurada Teresa, puedan todos los sacerdotes, tanto seculares como regulares, rezar y celebrar el oficio y la misa respectivamente en honor de la dicha Beata Teresa, según las rúbricas del Breviario y del Misal romanos, gracia que, en virtud de Nuestra autoridad apostólica y por las presentes letras, concedemos a perpetuidad, sin que obsten las Constituciones y Ordenaciones apostólicas, ni cosa alguna en contrario”.

Una decisión que fue celebrada en toda España con fiestas en todos los pueblos y por los escritores más destacados en este momento, tal y como se puede ver en el video inferior. En Ávila, el consistorio decidió pedir al General de la Orden Carmelita para pedir alguna reliquia de Teresa y se celebraron procesiones, danzas, autos, comedias, juegos de cañas y se corrieran toros, gastando en todo más de 13.000 reales.

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Pero el lobby a favor de la santa no paró con sus intenciones y comenzó a exigir su canonización, algo que no llegó hasta el 12 de marzo de 1622 por el papa Gregorio XV.

Pero las gestiones para poder llevarse a cabo exigían grandes gastos, por lo que la congregación de los Carmelitas Descalzos que "era tan pobre que no los podía suplir" pidió la concesión de una licencia para "pedir Limosna para los gastos de la dicha canonización". La licencia facultaba para cobrar de los Concejos hasta treinta ducados, ya fuera en propios, rentas o pósitos. El Consejo de la Orden de Santiago, a quién fue solicitada la petición, accedió y decidió dar "licencia y facultad a las personas que la dicha orden nombrare... para que por tiempo de dos años, que corran y se cuenten desde el día de la data de esta nuestra carta en adelante, puedan pedir y pidan limosna para el dicho efecto... en todas las villas y lugares de la dicha Orden de Santiago". La Orden de Santiago ordenó a los priores, vicarios generales, curas y beneficiados "de sus iglesias que las dejen y permitan pedir y demandar las dichas limosnas en las dichas iglesias y fuera de ellas", incluso penaba a los que impidieran pedir limosna con hasta 50.000 maravedíes.

En Villapalacios se conserva un documento que refleja la participación de esta localidad en el proceso de canonización de la santa. Es una acta del concejo de la villa celebrado el 21 de abril de 1610 en el que se acordó aportar un granito de arena tras la llegada a la localidad de un monje carmelita buscando ayuda financiera para tal fin.

 

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Obra de Alfred Dehodenq, copia del original de Fray Juan de la Misericordia que hizo del natural de Santa Teresa. / AYUNTAMIENTO DE SEVILLA

 

 

Limosna para canonizar a Teresa de Jesús, 21 de abril de 1610
Libro de Actas I. Propiedad particular. Folio 178 V.

 

d TRANSCRIPCIÓN:

(Al margen)

Limosna que pidieron la orden descalza de nuestra señora del Carmen para canonizar a santa teresa de jesus, para lo qual vino un padre desde Arcos y esta villa se le dio diez ducados

Limosna para canonizar a teresa de jesus

En la villa de villa palacios en veinte y un dias del mes de abril de mil seiscientos y diez años se juntaron en ayuntamiento segun lo an de costumbre asafabere los señores licenciado Francisco lopez de parada, simon sanchez i pedro de milla alcaldes hordinarios desta villa y anton de castilla regidor della y ansi juntos se trato y platico lo siguiente

Tratose que a esta villa a benido el padre de la orden de nuestra señora del carmen de los descalzos y dijo que en la dicha orden quieren canonizar a la bien abenturada madre teresa de jesus autora de la reformazcion de los descalzos y descalzas de la dicha orden y para ello ha pedido que este concejo le ayude con su limosna de los propios y rentas del dicho concejo y ansi dixeron que aunque xxxx que este concejo de presente esta oprimido con gastos y (soldados) y otras necesidades en pro xxx xx  la obra tan pia y justa si su xxxs fuera servido de dar licencia para que su real provision para que se les conceda la tal licencia de dar de las rentas de propios del tercio que diez ducados de limosna xxxxx xxx, y ansi decretaron y ordenaron y firmaron de su nombre los que supieron y yo de ello doy fe.

Francisco lopez de parada
Simon Sanchez
Pedro de Milla
Antonio de Castilla

 

d COMENTARIO:

Pese a la situación que sin duda vivía el concejo, tal y como ellos aseguran: "oprimido con gastos y otras necesidades", los representantes municipales no dudaron en dar 10 ducados para la canonización de Santa Teresa. Unos años antes, a finales del siglo XVI, ese era el precio de las tumbas más caras, las que permitían enterrarse junto a los pies del altar mayor de la iglesia de San Sebastián, que solo podían pagar el conde para uno de sus hijos, tal y como recoge el documento: Razon de las sepolturas que ay en la yglesia de Villa Palacios.

 

 

 

 

 

 

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