Historia de Villapalacios. Temas.
14 de septiembre de 1962. El día de Santo Cristo en el que los olmos dieron peras en Villapalacios

 

14 de septiembre de 2021. Por José Ángel Montañés.

 

 

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La calle Ramón y Cajal de Villapalacios en la actualidad por donde debía de pasar la procesión el día 14 de septtiembre y donde estaba la casa donde se celebró la verbena. / FOTO DE JOSÉ ÁNGEL MONTAÑÉS

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s La historia está llena de pequeños hechos, que, pasados los años parecen insignificantes, pero que, en su momento, significaron mucho. Es lo que ocurrió el 14 de septiembre de 1962 en Villapalacios; un día de Santo Cristo, que, como cualquier otro en la historia de la localidad es el más grande para todos los villapalacenses.

Esta jornada no fue normal, pero no por la climatología, como ocurre de forma imprevista algunos años. O por la pandemia, que lleva los dos últimos años afectando la celebración. Fue la actitud del sacerdote Miguel González López, cura de San Sebastián entre el 11 de diciembre de 1956 y el 6 de enero de 1994, la que hizo que fuera diferente.

Miguel González López ejerció como sacerdote en la localidad, entre el 11 de diciembre de 1956 y el 6 de enero de 1994. En Villapalacios todo el mundo lo sabe: Don Miguel, como se le ha conocido, como cualquier otro cargo público, civil y religioso, fue un hombre de presencia y carácter fuerte. En esta localidad, como en cualquier otra de la España del franquismo, el sacerdote era uno de los poderes fácticos del momento, que, junto con la autoridades municipales y la guardia civil, velaban por el cumplimiento del orden moral, social y político establecido. Nada ocurría sin que ellos lo supieran y sin que ellos dieran su beneplácito.

Pero en Villapalacios, como en muchos lugares de España, los años sesenta representaron el primer aliento de libertad después de una dura guerra civil de tres años y una postguerra mucho más dura. Y eso es lo que pasó en esa jornada que muchos en villapalacios vivieron y, por suerte, recuerdan.

Veamos que pasó:

El cura estaba molesto porque quería impedir que los jóvenes organizaran la primera verbena en el pueblo, en el corral de Rodrigo Resta Manchón y Angelina , en la casa en la que vivieron de la calle Ramon y Cajal, muy cerca de la Plaza Mayor. Días antes, desde el púlpito de la iglesia, dijo que la verbena no se celebraría hasta que “los olmos dieran peras”.

Y el milagro se produjo. El 14 de septiembre la calle y la casa de Rodrigo y Angelina donde se iba a celebrar la verbena amaneció con un arco realizado con ramas de olmos y peras colgadas, bien gordas, cogidas del molino del Ruidero.

¡Glups!

El enfado del sacerdote estaba garantizado. Lo que vino después lo podemos leer en el libro de actas de ese día que se conserva en el Archivo Municipal de Villapalacios, después de que se produjera una sesión extraordinaria presidida por el alcalde Robustiano Rodríguez Resta, algo también inaudito en un 14 de septiembre.

Veamos lo que quedó escrito:

La corporación después de un amplio cambio de impresiones hace constar que como es tradicional en este pueblo en el día de hoy, festividad de Santísimo Cristo de la Veracruz, se viene organizando una función religiosa consistente en la Santa Misa y procesión de la Imagen a la que asiste la Corporación Municipal en Pleno con una banda municipal de música con el fin de que dicha Banda actúe durante la procesión en honor del Santísimo Cristo”.

“Estos actos se han venido realizando desde tiempo inmemorial y en el día de hoy el Sr. Cura Párroco y ante la oposición de Autoridades y vecindario en general ha suspendido la procesión, alegando que no la hacía porque iba la Banda de Música a la procesión y suponía que en los conciertos que esta Banda suele dar en la Plaza Pública bailarían”.

“Este Ayuntamiento no contrata la banda para bailes, sino que lo hace para que actúe en conciertos y principalmente para solemnizar los actos religiosos”, explican de forma categórica.

 

Al parecer, antes del acto religioso el sacerdote se presentó en el Ayuntamiento “exigiendo que el alcalde le prometiese que no bailarían cuando la Banda de Música tocase, promesa que el alcalde no ha hecho basándose en que no tiene Autoridad para prohibir que nadie baile”.

Como respuesta, don Miguel “antes de finalizar la Misa anunció que por ciertas razones que no había porque explicar, este año no se celebraría la procesión”.

Suponemos el estupor que creó en la gente que había en la iglesia. Por eso no dudaron al salir de misa “manifestarse airadamente en la plaza y en el Ayuntamiento, exigiendo se celebrase la procesión tradicional en actitud violenta, exteriorizando su disgusto porque consideraban un desafío y una vejación hecha al pueblo en uno de sus caros sentimientos”.

La tensión tuvo que ser máxima: “la manifestación violenta del vecindario no ha culminado en hechos graves gracias a la intervención de las autoridades auxiliados por el Sr. cura párroco de Bienservida”.

Por eso dejaron escrito:

esta corporación haciendo solidaria del sentir popular y considerándose ofendida asimismo por este acto, como por lo muchos precedentes que hay… acuerda elevar su más enérgica protesta condenando estos hechos que como en otras ocasiones han manifestado, ha creado graves problemas, con sus reiterados vejaciones a los fieles globalmente y particularmente a una cantidad innumerable de familiar, así como sus manifestaciones poco gratas hacía nuestras instituciones políticas; esta Corporación consciente de la responsabilidad que le incumbe y preocupada por los luctuosos hechos que un día pueden producirse, reitera una vez más que por las Autoridades Superiores se ponga fin a este estado de cosas que aún sin esos hechos graves que presentimos han creado una atmosfera de malestar, de enemistades y de amargura que dañan enormemente la paz de este pueblo”.

 

Estaban realmente cabreados. Por eso dicen:

nos creemos en la obligación de hacer constar que no puede seguir ostentando la representación de este pueblo dignamente ya que ha sido encarnecida con constantes vejámenes a ella, al pueblo y a los organismos políticos de la Nación. Se acuerda por último que de este acuerdo se remita copia al Emnno. Y Rvdmo. Sr. Obispo Auxiliar de Toledo y al Excmo. Gobernador Civil de la provincia”.

No sabemos si la procesión se celebró, pero si el baile, que fue todo un éxito. Los jóvenes de entonces se lo pasaron en grande. Y hay un buen número de fotos que recuerdan esta jornada de baile y disfrute. Durante el baile se proclamó la primera reina de las fiestas de Villapalacios de la que se tiene noticia a Mari Carmen Solanera, hija de un guardia civil que habí destacado en el pueblo. Las dos damas fueron Julia Alfaro Molina y María de los Ángeles, no sabemos su apellido.

Estas son algunas de las fotos de aquella verbena. Si clicas encima podrás ver cuando se publicaron en el grupo de Facebook 'Del Hoyón al hueco y del Ciento a Matacenillas' y podrás leer los comentarios que en ese momento muchos de los de Villapalacios aportaron sobre este asunto.

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Maria Carmen Solanera y José Linares Quijano, Reque, en primer plano, durante la verbena. / FOTO DE JOSÉ LINARES.

 

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Pepa Navarro y su novio entonces Pepe, seguidos por Carmen Navarro y Pepe Luis.
Detrás Sixto y Quini y, al final, Joaquín Linares. / FOTO PROPIEDAD DE JOAQUÍN LINARES

 

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Emeterio Resta, y Rafa, hermano de Esperanza,
junto con Julia Alfaro. / FOTO DE JULIA ALFARO MOLINA

 

 

a BIBLIOGRAFÍA:

- Actas municipales de Villapalacios, 1961-1966, folios 24 y 25. Archivo Municipal de Villapalacios.

 

 

 

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